sábado, 22 de septiembre de 2012

Beneficios del vino tinto


El daño celular causado por los radicales libres, los cuales pueden dañar partes importantes de las células como las membranas lipídicas, proteínas y el ADN, se ha relacionado principalmente con la formación de las placas de ateroma, que son las causantes de la aterosclerosis, enfermedad que posteriormente puede conllevar a problemas cardiovasculares. Se ha observado que el consumo moderado de vino tinto es considerado benéfico en patologías cardiovasculares, por lo que se podría considerar como una alternativa para la prevención de estas patologías.

 

Actualmente se ha desarrollado un amplio número de estudios en modelos experimentales y humanos que avalan el efecto benéfico del vino1, principalmente, es el vino tinto el que posee una rica cantidad de antioxidantes llamados ácidos fenólicos y polifenoles2, los cuales producen un efecto benéfico para nuestra salud. Estos compuestos son un grupo de sustancias químicas caracterizadas por la presencia de más de un grupo fenólico por molécula, los que poseen la capacidad de estabilizar de mejor manera el electrón desapareado presente en los radicales libres, con lo que disminuiría su reactividad y la posibilidad de que generen especies mutagénicas.

 

Por otro lado estos polifenoles ayudan a evitar la oxidación de las lipoproteínas LDL cuando hay un daño en el endotelio de las arterias2. Esta disminución de la LDL-oxidada ayuda a evitar la formación de la placa de ateroma, debido a que la LDL-oxidada, es la principal causante de la aterosclerosis. Esta enfermedad en etapas más avanzadas puede llegar a producir una trombosis y con esto, el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la isquemia de miembros, angina inestable o el infarto agudo al miocardio.

 

Sin embargo, es conocido que el consumo de alcohol etílico, otro de los componentes presentes en el vino, puede llegar a producir muchos problemas más que beneficios, entre los que podemos destacar el aumento de la grasa abdominal y la cirrosis hepática como los principales problemas por su consumo excesivo3. Si bien estos problemas son una realidad, no se ha observado que el consumo moderado produzca estos problemas, ya que para que ocurran, se necesita una cantidad excesiva, superior a los 300 mL diarios que son recomendados para el efecto benéfico antes mencionado4.

 

El vino tinto contiene diversos componentes entre los cuales, los polifenoles son de los más importantes en la regulación del estrés oxidativo. Estos componentes ayudan a evitar la formación de radicales libres y la oxidación de las lipoproteínas LDL, y con esto evitar la formación de especies reactivas que pueden tener un alto potencial mutagénico y la formación de las placas de ateroma, las que pueden ser causantes de los problemas cardiovasculares, por lo que el consumo moderado del vino puede ser una alternativa  para ayudar a evitar estas patologías.

 

 

 

 

Referencias

 

 

(1) Covas M., Gambert P., Fitó M. Wine and oxidative stress: Up-to-date evidence of the effects of moderate wine consumption on oxidative damage in humans. 2010, 208; p.297-304.

 

(2) Ivanov V., Carr A., Frei B. Red wine antioxidants bind to human lipoproteins and protect them from metal Ion-dependent and independent oxidation. 2001, 49; p.4442-4449.

 

(3) Harris DR., Gonin R., Alter HJ. The relationship of acute transfusion-associated hepatitis to the development of cirrhosis in the presence of alcohol abuse. 2001, 134; p.120-124.

 

(4) Pérez D., Strobel P., Foncea R., Díez M., Vásquez L. Wine diet, antioxidant       defenses, and oxidative damage. 2002, 957; p. 136-145.